Volar con niños, consejos para cuidar sus oídos

En pleno verano, es muy habitual coincidir en los viajes en avión con bebés y niños llorando, y con padres buscando la mejor forma de calmarlos.

Los bebés pueden tener una reacción severa a las sensaciones asociadas con el vuelo. En numerosas ocasiones, la acumulación de presión y los chasquidos pueden ser demasiado molestos para sus pequeños oídos.

Sus trompas de Eustaquio, es decir, los diminutos tubos que conectan el oído medio con la garganta son más cortas, estrechas y horizontales, lo que hace muy difícil para ellos regular la presión en sus oídos y puede resultarles doloroso.

Los bebés pueden tener una reacción severa a las sensaciones asociadas con el vuelo.

Si la disfunción de las trompas de Eustaquio (ETD) suele ser difícil de soportar en circunstancias habituales, aumenta en situaciones de acumulación de presión.

¿Qué es exactamente la disfunción de las trompas de Eustaquio?

Hablamos de una afección común que se produce cuando las trompas de Eustaquio se bloquean. Estas son las responsables de que la presión se distribuya por igual entre el oído externo y el medio y drenan el líquido desde este para garantizar que los conductos estén libres de obstrucciones. Suelen estar cerrados, pero se abren al masticar, tragar o bostezar.

Dichos conductos son muy pequeños y pueden taponarse fácilmente. Esto puede causar dolor, dificultades auditivas y una sensación de plenitud en los oídos que se denomina ETD.

Esta afección es más común en los niños de 5 años o menores, ya que sus trompas son más cortas que las de un adulto.

Recomendaciones auditivas durante un vuelo

— A los viajeros más pequeños se recomienda darles un biberón o un chupete en el momento en el que el avión esté aterrizando o despegando. La sensación de succión ayuda a abrir las trompas de Eustaquio para evitar cualquier bloqueo doloroso.

— Los niños y personas más mayores deberían chupar un caramelo, bostezar o masticar un chicle para ayudar a regular el oído medio en los momentos en que aumenta la presión de la cabina.

— Asimismo, se puede comer o beber algo durante el despegue y el aterrizaje.

— Se recomienda también consultar al médico para conocer otros remedios, como el uso de aerosoles nasales descongestionantes, antihistamínicos y descongestionantes orales, así como tapones para los oídos.

Siguiendo algunas de estas recomendaciones, un vuelo en familia, especialmente si se viaja con niños, podría resultar más cómodo.

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